20 julio 2017

La memoria musical


En junio del 2005, el gran pianista y compositor Daniel Barenboim ofreció ocho conciertos en uno de los mejores teatros de Alemania. En ellos interpretaba de memoria las 32 sonatas de Beethoven lo cual equivale a más de cien movimientos, miles de páginas, millones de compases, infinitas notas, matices, digitaciones... todo de memoria. ¿Cómo es esto posible?

Se podrían poner numerosos ejemplos en los que músicos profesionales interpretan horas y horas de música sin leer siquiera una sola nota de la partitura. Aunque es una habilidad común a todos los músicos, quizá sean los pianistas los que más explotan este recurso musical debido a cuestiones histíoricas. Tal y como apuntan Herrera Cedillo y Cremades Andreu (2012), "la interpretación musical de memoria surgió durante la etapa del Romanticismo, en su asociación con la figura de los grandes intérpretes y virtuosos del piano, ya que la puesta en escena del pianista deprovisto de la partitura musical, era entendida por el público asistente al concierto y por los colegas de profesión como sinónimo del talento musical del concertista".

Esta habilidad que tanto valoraban los románticos es posible gracias al trabajo de diferentes tipos de memoria situados en nuestro cerebro: la memoria visual, auditiva, cinestésica y analítica. Todas juntas y aplicadas a un ámbito musical conforman lo que se conoce como la memoria musical.

La memoria visual es aquella que retiene información recibida a través del canal de la vista. La utilizamos constantemente para leer, conducir, relacionarnos... En la música interviene no tanto en la ejecución de una obra como en el proceso de su estudio. La memoria visual permite al músico retener durante apenas unos segundos, a veces menos, los símbolos que está leyendo y aplicarlos a su instrumento. Esto implica que cuando el músico está frente a la partitura su lectura está por delante de aquello que está tocando, permitiendo una ejecución fluida y anticipada al sonido.

La memoria auditiva interviene cuando reconocemos el tintineo de las llaves de un familiar, o los ruídos de nuestra casa, el timbre del teléfono o el claxon de nuestro coche. En el campo de la música interviene antes de tocar el instrumento pudiendo el músico imaginar el sonido en su mente. Además, también se produce después de la ejecución cuando el músico reconoce el sonido o lo corrige si la situación lo requiere.

La memoria cinestésica es la habilidad motora que tienen los músculos para repeitr una y otra vez los mismos movimientos, como por ejemplo cuando escribimos en el teclado de nuestro ordenador o móvil. En la música, los movimientos de los dedos por el instrumento se basan en la repetición de escalas, pasajes, ritmos, articulaciones y digitaciones en concreto.

Por último, la memoria analítica es la única memoria musical en la que la información no procede de un canal 
sensorial sino que proviene del estudio analítico previo. Este proceso es el más elaborado y el más imporante para recordar un pasaje musical. A través de su práctica el músico analiza las estructuras musicales, su forma, ritmo, armonía, intervalos, frases, ectétera. 

Relacinado con la memoria musical está el concepto de lo que se ha venido a llamar "el oído absoluto", del cual hablaremos en la próxima entrada. Por el momento, comparto el enlace de las 32 sonatas de Beethoven tocadas por Barenboim en donde el músico argentino exhibe su extraordinaria memoria musical.



Bibliografía:

Cuartero Soler, M. y Payri, B. (2010). Tipos de memoria, aptitudes y estrategias en el proceso de memorización de estudiantes de piano. Revista Electrónica de Léeme, 26, 32 - 54.

Herrera Cedillo, M. y Cremades Andreu, R. (2012). Estudio descriptivo sobre el uso de la memoria muscal ene studiantes de piano de Estado de Chihuahua, México. DEDiCA. Revistad de Educaçao e Humanidades, 2, 279 - 294.



“Mientras cantaba con la música de la lira, las almas rompieron a llorar”.

(Ovidio sobre Orfeo)

1 comentario:

  1. Este es un tema muy interesante. Siempre me ha maravillado la memoria prodigiosa de los pianistas de hoy. Parece imposible hacerlo pero este post ayuda a entender que no es un milagro.

    Sería bueno algo más de detalle sobre el proceso de la memoria analítica porque así de pronto casi parece milagroso. Seguro que se basa en trabajo, trabajo y trabajo...

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